Aprendiendo sobre las Hamacas

COSAS QUE NO SABIAS SOBRE LAS  HAMACAS

1. Fueron inventadas por los Mayas

No nos queda duda de que los Mayas eran gente inteligente. Y es que fueron ellos los que desarrollaron la única lengua escrita en Mesoamérica, quienes recibieron en mano el cacao por parte de su Dios y por supuesto también fueron ellos los que inventaron la hamaca. Y es que las hamacas se originan de las cortezas del árbol “hamac”, de ahí la palabra hamaca…

2. Hay una hamaca enorme en Carolina del Norte

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Los estadounidenses saben cómo hacer todo extra grande. Concretamente en Carolina del Norte podemos encontrar la hamaca más grande del mundo con una longitud de 13 metros. Esta hamaca ha sido tejida con 3 kilómetros  de cuerda y es capaz de aguantar 3.600 kilos, así que ¡no dudes en avisar a tus amigos!

3. Las hamacas te proporcionan un sueño más profundo

¿Te has preguntado alguna vez por qué una vez que te tumbas en una hamaca te relajas al instante? Está demostrado que no es sólo la vista del océano que tienes delante de ti en esos momentos, sino que son los efectos físicos de estar tumbado en la hamaca  los que te ayudan a relajarte de manera tan profunda. Y es que el movimiento que experimentas al estar en una hamaca  es similar al que sienten los bebés en los brazos de su madre. Es todo una cuestión de encontrar el sueño…

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4. Cristóbal Colón introdujo la hamaca en Europa

Exacto. Ese hombre que descubrió América se debía oler lo que se iba a encontrar cuando llegó a las costas de América, ya que no se lo pensó ni un momento en llevarse este maravilloso invento de vuelta a casa.

5. Existe una hamaca muy alta en Utah

En el desierto de Utah existe una hamaca que más que relajante parece aterradora. ¿La razón? Está colgada sobre 150 metros de altura sobre un enorme cañón. El trabajo de instalar dicho invento costó ni más ni menos que 50.000$. ¿Tienes lo que hay que tener para echarte una siesta allí arriba?

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6. En Tokio puedes relajarte en un café hamaca

Una vez descubres que existe un café en Tokio donde todo el mundo está sentado y tumbado en hamacas, te planteas seriamente el sentido de la existencia de las sillas. Ya lo sabes, si visitas Tokio vete directamente a Mahika Mano para tomarte el café más relajante de tu vida.

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7. No todas las hamacas son baratas

Tumbarse en una hamaca es uno de los mayores y simples placeres del mundo: un objeto tan barato capaz de ofrecerte una experiencia de lujo. Eso sí, hasta que decides hacerte con un Petiole, la hamaca más cara del planeta. Este objeto de forma curvada con capacidad para soportar 250 kilos, bloquea la mayoría de rayos uva pero te permite disfrutar de las vistas espectaculares del lugar en el que te encuentres.

8. Y algunas son simplemente basura

En el buen sentido de la palabra… Hazte con 500 bolsas de plástico y contribuye con el medioambiente transformándolas en algo útil e increíble: una hamaca.  Ponte manos a la obra y sigue las instrucciones aquí y después dinos cómo te fue